Atender al móvil y a la conducción, al mismo tiempo, es biológicamente imposible

Atender al móvil y a la conducción, al mismo tiempo, es biológicamente imposible

Conducir y usar el teléfono son tareas que el cerebro es incapaz de procesar de forma simultánea porque ambas exigen atención, según un estudio realizado por el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo sobre qué ocurre en el cerebro al conducir un coche y, a la vez, usar el teléfono móvil.






Según explicó el neurocientífico, Juan de los Reyes Aguilar, si, por ejemplo, "andamos mientras hablamos por teléfono, el cerebro va de la conversación a la acción de caminar (y viceversa) en centésimas de segundo". Sin embargo, conducir un coche "requiere mayor capacidad de atención que caminar y cuesta más cambiar el foco de la misma, cuando se compatibiliza con otra acción simultánea. Así, perder la atención al caminar puede suponer un error como un tropiezo o una desorientación, que es recuperable en cuestión de segundos (aunque a la hora de cruzar una calle abierta al tráfico automovilístico, entraña el peligro de ser atropellado), pero perder la atención en la conducción puede suponer un grave accidente con fatales consecuencias", añadió.

También explicó que "la ejecución de la tarea de escribir un mensaje de texto es lenta", por lo que, si se está conduciendo al mismo tiempo, "baja la eficiencia al volante durante los siguientes segundos, perdiéndose el control de la dirección y la velocidad del coche".


El neurólogo Antonio Oliviero explicó que los que hablan por el móvil cuando conducen "tardan medio segundo más en pisar el freno y son más lentos a la hora de adaptar la velocidad a una determinada circunstancia", y subrayó que "medio segundo a la velocidad de un coche son muchos metros".