Viajar a contramarcha aumenta un 500% las probabilidades de salir ilesos en un accidente

Viajar a contramarcha aumenta un 500% las probabilidades de salir ilesos en un accidente


Los niños van más seguros si viajan en el vehículo a contramarcha



Según la experta en SRI, Cristina Barroso, colocar a un niño a contramarcha en un vehículo, quintuplica la probabilidad de que salga ileso en caso de que sufra un accidente de tráfico.





Barroso señaló el 12 de septiembre las ventajas de colocar a un menor en una sillita situada a contramarcha. Según ella, hacerlo incrementa en un 500% la probabilidad de que salga ileso en caso de accidente.


Los peligros del “latigazo cervical”

Según Barroso, al viajar de frente, en el sentido de la marcha, los menores, que están sujetos a la silla con un arnés o con un escudo que les inmoviliza el torso, si el vehículo sufre un golpe frontal, sufrirán un fuerte “latigazo cervical” cuando el vehículo frene, ya que, por inercia, el cuerpo del niño sale proyectado hacia delante, aunque al ir sujeto, el cuerpo no se mueve, pero sí su cuello, el cual se estira de tal manera que podría llegar a romperse. 
“Todo aquello que no sea sujetar la cabeza para evitar que estire del cuello, ocasionará una lesión muy grave en el niño y no necesariamente se necesita que el golpe sea a velocidades altas, porque en niños pequeños, el tamaño de la cabeza representa un 30 % del total del cuerpo y el cuello está compuesto en su mayor parte de cartílago”, indicó Barroso durante su entrevista.
Sin embargo, cuando la silla va instalada de espaldas, el respaldo hace todo el esfuerzo. “La cabeza queda apoyada sobre éste y el cuello no se estira, así que el niño no sufre daños”, afirmó la experta.

En España, es obligatorio que los niños menores de cuatro años viajen en sentido contrario de la marcha y en los asientos traseros del vehículo, si es menor de 135 cms, tal como recoge la última reforma del Reglamento General de Circulación.
Sobre las críticas que esta medida ha suscitado entre algunos expertos y la población en general, Barroso aseguró que aquellos que se oponen a situar a los menores en sentido contrario en el vehículo cuando viajan, lo hacen basándose en cuestiones subjetivas, ya que no existe ningún estudio que refleje un mayor riesgo de lesiones por impactos traseros, cuando el niño viaja a contramarcha, o un aumento de la sensación de mareo en los menores.


Los padres, poco informados

Barroso señaló que los padres que no cumplen con la normativa de sujetar debidamente a los menores, no lo hacen por negligencia sino por falta de conocimiento, y considera que el mensaje que se les trasmite es poco claro. “Los padres serían más conscientes de los riesgos y, al igual que sucede con otras cuestiones, adoptarían las medidas de seguridad eficaces sin necesidad de que exista una Ley que los obligue”, si dispusieran de una información precisa y veraz, cosa que no suele ocurrir”, señaló. “Es más eficaz enseñar y convencer que imponer y castigar”, concluyó.