Consejos para conducir seguro en firmes resbaladizos

Consejos para conducir seguro en firmes resbaladizos


Con la llegada del frío y el descenso de las temperaturas llegan las heladas, el firme se vuelve resbaladizo y, por ende, más peligroso. Conducir en estas condiciones es complicado y hay que extremar la precaución si se va a utilizar el vehículo. 

Si el asfalto brilla, hay que extremar la precaución, porque es indicativo de que el firme probablemente esté resbaladizo o incluso que ahí se encuentre alguna placa de hielo.  
 
En esta situación, para detener el vehículo es mejor utilizar el freno de pie que reducir bruscamente de marcha o pretender reducir mucho su velocidad de golpe. 

Cuando se circula por una superficie resbaladiza, es aconsejable circular a poca velocidad y que ésta se mantenga constante (siempre que se pueda), es decir, evitar acelerar y frenar en lo posible. En caso de tener que frenar, lo primero que haremos será levantar el pie del acelerador y decelerar con el motor. Si necesitásemos frenar más, utilizaremos el pedal de freno antes que hacer una reducción brusca de marcha. 

El freno motor debe utilizarse para mantener constante la velocidad pero no para intentar detener el vehículo; el motivo es que el freno motor sólo actúa sobre dos ruedas (las motrices) y, si la reducción de marcha es brusca, existe el riesgo de bloqueo de las ruedas y calado del motor. Utilizar el pedal de freno supone frenar con las cuatro ruedas, lo que proporcionará mejor agarre y estabilidad. Además, al pisar el pedal de freno, la electrónica del vehículo ayuda a frenar; si no se pisa, el software ignora si el conductor desea frenar. Si disponemos de ABS, el riesgo de bloqueo no existe, la frenada será larga pero mantendremos el control direccional.
 

Ojo al exceso de velocidad

 
La velocidad a la que se circula también es importante. Con nieve o hielo, la velocidad de circulación debe ser muy reducida porque apenas hay adherencia del vehículo al pavimento.  Sobre esa superficie, la distancia de frenado puede incrementarse hasta 8 - 10 veces más de la habitual, de tal forma que si un vehículo que circula a 90 km/h precisa de 40 metros para detenerse en una situación normal, sobre hielo o nieve puede necesitar ¡400 metros! Lo mejor es aumentar la distancia de seguridad con el vehículo que nos precede. Lo recomendable es mantener al menos tres segundos de separación con el vehículo precedente. 
 

¿Qué marcha debo elegir para circular?


Una marcha que no te obligue a estar continuamente frenando o acelerando, dependerá mucho de la situación, aunque, preferiblemente, corta, para utilizar el motor como freno simplemente al decelerar, y una larga para iniciar la marcha; la segunda generalmente es la más adecuada.
 

Cuidado con la niebla

 
Durante las primeras horas del día es frecuente que se produzcan bancos de niebla más o menos densos por el descenso de las temperaturas, de ahí la necesidad de que se aumente mucho más la precaución al volante.
 
Con niebla aumenta hasta cinco veces más la probabilidad de que el vehículo se salga de la vía por falta de visibilidad. Si la niebla es densa, se debe encender obligatoriamente la luz antiniebla trasera para ser visto por el vehículo que va detrás.