Cómo mantener una distancia de seguridad adecuada

Cómo mantener una distancia de seguridad adecuada


Durante los desplazamientos con el coche, es necesario adoptar una serie de precauciones elementales e imprescindibles para minimizar el riesgo de sufrir un percance, entre ellas la de mantener una distancia de seguridad con los vehículos que nos preceden que eviten la colisión en caso de frenada brusca. 



La distancia de seguridad es «aquella distancia entre vehículos que permite detenerse en caso de frenado brusco sin colisionar con el vehículo delantero, teniendo en cuenta para ello, la velocidad de circulación y las condiciones de frenado y adherencia de la carretera» (RGC).

El Reglamento General de Circulación (art. 54) obliga a todos los conductores que circulen detrás de otro vehículo a mantener una distancia de seguridad entre ambos que le permita detener el coche con seguridad y sin colisionar con él.


La normativa no especifica los metros que hay que dejar de espacio libre para turismos o motocicletas, pero sí dice que el conductor deberá tener en cuenta la velocidad y las condiciones de adherencia y frenado. La norma también obliga a mantener dicha distancia entre vehículos con el objetivo de que otro conductor pueda adelantarlo con seguridad. No respetar dicha distancia de seguridad se considera una falta grave y conlleva una multa de 200 euros, además del riesgo de accidente tanto para los ocupantes de dicho vehículo como para el resto de usuarios.


No respetar la distancia de seguridad, además del peligro de accidente que supone, es generador de los conocidos como «atascos fantasma», sobre todo en vías de alta concentración de vehículos: congestiones de tráfico que sobrevienen de forma repentina sin una densidad de tráfico excesiva en la vía, que se produce cuando un coche circula demasiado cerca de otro y de repente, reduce velocidad pisando el freno, lo que motiva una retención en cadena, que se conoce como «efecto acordeón», que rompe la uniformidad de la marcha y genera los atascos.


Por seguridad, el conductor debe ajustar su velocidad, independientemente de las establecidas para el tramo de vía por la que circula, en función de cómo se desarrolla la circulación y de las características físicas de la infraestructura, de modo que pueda reaccionar anticipadamente y controlando en todo momento el vehículo ante cualquier incidencia o circunstancia. Y para ello, podemos hacer uso de dos reglas de cálculo sencillas y muy útiles: la «regla del cuadrado» y la «regla del 1101-1102»


Para calcular la distancia mínima de seguridad que se debe mantener, se puede aplicar lo que se conoce como la «Regla del cuadrado» que engloba las distancias mínimas a las que debemos mantener nuestro vehículo por tiempo de percepción y reacción a una velocidad determinada.

Existe una distinción entre «carreteras secas» y «carreteras mojadas», dado que éstas últimas exigen mayores distancias dado que el agarre del vehículo por el pavimento mojado es menor y la superficie puede estar deslizante, incrementando el peligro de perder el control del vehículo.

Para calcular la distancia en «carreteras secas», comprobamos la velocidad a la que circulamos, eliminamos la última cifra, y multiplicamos la cifra restante por sí misma (si circulamos a una velocidad de XYkm/h, eliminamos Y y multiplicamos X por X). La cifra resultante son los metros mínimos que debemos dejar de distancia entre nuestro vehículo y el que va delante.

Por ejemplo, si circulamos por una vía a 90 km/h., eliminaríamos el 0, nos quedaría 9 y multiplicaríamos este número por sí mismo (9 x 9 = 81), por lo que la distancia de seguridad mínima que tendríamos que mantener es de 81 metros. Si la velocidad fuera de 50 km/h, la distancia mínima sería de 25 metros (5x5), si fuera de 100 km/h de 100 metros (10x10) y si circulásemos a 120 km/h, la distancia debería ser de 144 metros.

En «carreteras mojadas», la distancia de seguridad será el doble que en las de carreteras secas, es decir que a 90 km/h, la distancia mínima de seguridad entre vehículos tendría que ser de 162 metros, y si circuláramos a 120 km/h, de 288 metros.


Otro truco es aplicar la regla 1101-1102. Teniendo en cuenta una situación de conducción con asfalto seco y con un vehículo en buen estado, se elige un punto de la vía como referencia (un árbol, un poste de luz, una señal…) por el que esté pasando el vehículo que nos precede y se cuenta 1101-1102 (son 4 segundos). Si al terminar de contar, aún no hemos alcanzado ese punto escogido, significa que estamos manteniendo una distancia de seguridad adecuada con él.