Ver bien para conducir mejor

Ver bien para conducir mejor

La visión es fundamental a la hora de conducir. A simple vista, parece un dato obvio pero la realidad es más bien otra. En el mundo, unos 7.000 millones de personas necesitan algún tipo de corrección de la vista, y, de ellos, cinco millones son conductores.


Según recientes estudios, uno de cada 5 conductores no vería bien la carretera por tener una visión mal corregida. Uno de cada cuatro no se habría revisado la vista en los últimos dos años a pesar de que el 80% de los problemas visuales se podría corregir con una buena salud visual que incluya visitas al especialista.

La visión es el sentido más importante para tomar decisiones en la conducción. Esta puede afectar directamente al tiempo de reacción.


El tiempo de reacción es el tiempo que transcurre desde que un conductor ve un obstáculo hasta que reacciona ante él. Hay muchos factores que pueden influir en el mismo (velocidad, cansancio, estado de la carretera, etc); pero el que nos atañe directamente es el de la visión.

La agudeza visual de un conductor medio con una visión correcta es de 0,75. A 50 kilómetros por hora, con una agudeza visual del 0,5 (es decir, mermada por algún tipo de problema visual) el tiempo de reacción aumenta en 3 segundos. Unos segundos que pueden marcar la diferencia entre un susto o un accidente de tráfico mortal.

· Necesitamos un buen rendimiento visual: a todas las distancias, en cualquier condición de luz, todos los días y, en especial, durante la conducción.

· Muchos conductores no son conscientes de la necesidad de proteger los ojos de los deslumbramientos ya sea por el sol o cuando la conducción se efectúa por la noche.


Hay tres reglas básicas para ver bien en cualquier ocasión y a cualquier distancia.

· Revisar la vista con frecuencia. Seguir el calendario de revisiones adecuado a la edad o a los problemas de visión. Si no se tiene ningún problema de visión previo, pero hace más de un año que no se ha revisado la vista, es fundamental hacerlo, sobre todo si se va a emprender un viaje largo.

· Proteger los ojos. Es necesario proteger los ojos de posibles deslumbramientos tanto durante el día, como de los reflejos que otros conductores puedan ocasionar durante la noche.

· Llevar siempre las gafas adecuadas para conducir.
 

CONSEJOS PARA CONDUCIR DE DÍA

  1. Utiliza gafas de sol si es necesario. Tanto en un viaje corto como en un viaje largo los rayos del sol, sobre todo cuando está amaneciendo o anocheciendo, van directos a los ojos, por lo que protegerlos de deslumbramientos es fundamental. Utilizar unas gafas de sol adecuadas, y graduadas en caso de que se tenga alguna dolencia visual, es necesario para evitar esos momentos en los que hay que cerrar los ojos porque el sol de frente nos ciega.
  2. Descansar. Para los ojos es fundamental descansar. Lo recomendable es hacerlo cada dos horas, pero, si se nota fatiga, es mejor hacer una breve pausa para luego emprender de nuevo el viaje, que arriesgarse a quedarse dormidos o que el cansancio aumente nuestro tiempo de reacción ante los imprevistos.  Durante el descanso, realice algunos ejercicios oculares: visión a diferentes distancias, pestañeos. Si sus ojos están hinchados, hidrátelos con suero fisiológico o colirio humectante. Cierre los ojos por algunos minutos para aliviar la tensión y ponga sobre los párpados cerrados alguna toallita húmeda para hacer descansar los músculos oculares.
  3. Tener en cuenta los deslumbramientos. Un 85% de conductores sufre reflejos mientras conduce. El sol puede deslumbrar y eso es un factor de riesgo que puede causar una invasión de la vía contraria e incluso un accidente.  La luz solar se refleja en la carretera y en los parabrisas, por lo que utilizar gafas que protejan de los reflejos es fundamental. Eliminar los reflejos a 80 km/h supone que podamos frenar el vehículo en caso de toparnos con un obstáculo siete metros antes.


CONDUCCIÓN NOCTURNA


La ausencia de luz solar hace que se perciban diferentes los obstáculos y las distancias, por lo que hay que ser más precavidos de noche y aumentar la distancia de seguridad con los vehículos que nos preceden.
  1. Descansar más frecuentemente. Una parada cada hora y media o dos es necesaria ya que, durante la noche, los ojos se esfuerzan más para ver la carretera.
  2. Utilizar gafas adecuadas.
  3. Controlar la velocidad. Hay que adaptar la velocidad a las condiciones de la carretera, la iluminación o la situación meteorológica.
  4. Tener una iluminación adecuada, comprobando que todo el alumbrado del vehículo está en perfecto estado y unos espejos retrovisores perfectamente regulados para evitar posibles deslumbramientos.